miércoles, 14 de octubre de 2015

Querida Yo de hace dos años. Exactamente dos.



Querida Yo de hace dos años,

Hoy a tu bebé han de pesarle los meses, porque casi son las 10:30 y aún duerme. Es lo que tiene el tiempo: que nos pesa a todos.

Te voy a contar que justo dentro de dos años, catorce de octubre de dos mil quince, vas a llorar recordando casi tanto como reirás hoy pariendo. En el fondo lo sabías: se puede disfrutar, se puede reír. Puede ser diferente. Sabes que puede. Lo que aún no sabes es que lo será, y que la felicidad de ese momento te acompañará siempre.

Te voy a contar que tu bebé empieza a no ser tan bebé. Que le están saliendo los últimos dientes: los cuatro colmillos a la vez. Que desde hace un par de semanas se está arrancando a formar palabras inteligibles. Que en casa pide ir al baño y nos deja a todos locos.

Descubrirás que el gen princesa debe saltarse una generación: a tu hija le encantan los zapatos y la música. Y descubrirás que el gen guerrera crece de una generación a otra: a tu hija nadie la obliga a hacer algo que no quiere. Aún no has sido capaz de peinarla. Cuando lo haces, sacude la cabeza de un lado a otro hasta que deja el pelo más revuelto que al principio. Que da igual cómo de anticlichés quieras ponerte: le encanta jugar con muñecas. A dormirlas, a darles teta, a ser su cuidadora veinticuatro horas al día. Incluso por la noche. Que el gen madre es igual para todas.

Te voy a contar que con año y medio escogió su primer libro en la biblioteca. “Zapatos”, de Kalandraka, y te reíste las dos semanas que tuvisteis el libro en casa. Cómo no. “Zapatos”. También que poco después ya era capaz de entrar en la biblioteca, devolver sus libros e ir a elegir otros ella sola. Hugo es sin duda un gran ejemplo.

Esto te va a encantar: hace meses que elige qué zapatos ponerse. Ay, sus “pipis”… Siempre se pone un zapato de cada. Te voy a ahorrar una molestia: no intentes darle el cambiazo. Se dará cuenta. ¡Y será terrible!

Te voy a contar que Aine es Arte. Arte explosivo, abstracto, de materia efímera y emoción intensa. Que le encanta pintar. Que antes de aprender a caminar sabrá coger el pincel como una maestra y llorarás de emoción –porque eres una llorona muy emotiva-. Que para ella cualquier superficie es lienzo; cualquier ruido melodioso es música bailable.

Te voy a contar que le encantan los besos y los abrazos. Que a veces te coge la cara y te mira a los ojos y parece que te estuviera viendo el corazón. Que te estampa unos besos grandiosos con más sonrisas que babas. Que le encanta abrazar tu pecho desnudo. “¡Mamá, dos! ¡Dos tetas!”. Te voy a contar que dentro de dos años os gustará sentiros la piel tanto como lo hará dentro de un ratito (porque eso es lo que os queda para conoceros: un ratito). Y te voy a pedir que pienses algo que hacer con la placenta: ¡dos años en el congelador roza lo ridículo!

Quizá no sepas esto, o quizá lo sepas en lo más hondo de tu ser: ese rincón. ESE. Durante los próximos años, cada vez que te sientes ahí, te sentirás viva. Poderosa. Mágica. Conectada. Infinita. Y llegará un momento, creo, en que ese sentimiento será tan grande, tan enorme, que ya no cabrá en ese rincón y se te meterá dentro del alma, y ya no te dejará nunca. Verás el mundo desde otra perspectiva. Verás el mundo desde las estrellas. Verás el mundo como lo ha de ver el Universo.

Pero, querida Yo de hace dos años, intenta no pensar en todo esto que te cuento, porque probablemente aún no lo entiendas. Probablemente tampoco lo entiendas del todo dentro de dos años. Puede que sólo sea la realidad imaginaria que nadie le negaría a un loco. Pero ¡ay! No imaginas lo feliz que eres en esta loca realidad.


Felicidades, antigua Yo. Te espero aquí, otra vez, dentro de un año.




martes, 13 de octubre de 2015

De buscar lo genial en lo cotidiano. El 'making of' de nuestro cartel de cumpleaños.


¡Entrada flash! (O un intento de ello, que ya sabéis que se me da fatal ser breve! :P ). Este puente de mal tiempo hemos hecho una actividad nueva en casa, y quiero compartirla con vosotros porque tanto Hugo como yo estamos orgullosísimos del resultado y, como siempre, felices del rato (de los ratos) divertidos que hemos pasado juntos y de todo lo que hemos aprendido.

Se acerca el cumpleaños de mi príncipe y, como cada año, vamos a hacer una fiesta. A él le encanta celebrar con sus amigos que es un año mayor y, no os voy a engañar, a mí me encanta celebrar el aniversario del día que me cambió la vida. Y me encantan las fiestas ^_^

En el cole de Hugo el proyecto de este trimestre serán "anuncios de educación vial", y tiene dos partes: por un lado educación vial y por otro -que es el que aquí me interesa- lenguaje publicitario. Así que se me ha ocurrido enlazar con ese proyecto y proponerle a Hugo hacer un cartel anunciando su fiesta de cumpleaños, y aprovechar ese mismo cartel para hacer las invitaciones.

Pero claro, no tiene ciencia que lo haga yo. ¡Así que lo ha hecho Hugo! :D

Le he propuesto que utilice en su cartel las técnicas que más le gustaran de las que yo uso para las ilustraciones. Y el resultado me tiene flotando de orgullo.

Primero hemos pensado las partes que tiene que tener un anuncio: el nombre de lo que anunciamos, una imagen (o varias) relacionada con lo que anunciamos y, como es un evento, dónde y cuándo será.

Empezamos con lo divertido, que son las imágenes!! Hugo dibujó todo esto para su cartel:









Enseñé a Hugo a escanear y oye, el tío lo cogió a la primera. Él solito escaneó los tres folios. ¡Ya sabe más que papá! xD Cuando ya los teníamos en el escritorio, los abrimos con el Inkscape para vectorizarlos. Yo le iba diciendo "ahora pincha la flecha y elige el dibujo", ahora pincha aquí donde pone "trayecto", ahora pincha "vectorizar", "ahora sube ese número a 0.90"... "¡Y ahora ACEPTAR! ¡A que sí, mami!" Me lo como :3






Luego el paso más esperado... ¡Dar color! Nos pasamos a GIMP. Como veis, aquí somos de muy economía justita y software libre ;) Él el punto del color ya lo tenía controlado de otras veces: sabía bien qué herramientas elegir y cómo cambiar los colores con los que pintaba. Yo aquí sólo le ayudé en una ocasión que necesitó pintar con pincel para cambiar el modo "normal" por "multiplicar", y que así no quedara tapada la línea de debajo. Lo demás, palabrita, todo él. ¡Que si no no tiene ciencia!




Y luego ir copiando y pegando todo en el mismo folio. Yo copiaba. Hugo pegaba. "Control y la V de Valeria, ¿mami?". ^_^ Le enseñé cuáles eran los botones para cambiar el tamaño y para mover las cosas y ya fue la locura total xD

Para terminar de completar la imagen y mezclar técnicas, se nos ocurrió hacerle una foto a uno de nuestros insectos palo, que para Hugo son tan importantes:



Y, por supuesto, había que poner una foto de un tiranosaurio rex, porque ninguna fiesta lo es sin el apropiado carnívoro aterrador. Buscamos por internet y, de todas las que había, a Hugo le gustó esta (y no os creáis eh? Que estaba un rato abajo):


Casi me da algo xD

Ahí estuvo Hugo un buen rato, cambiando tamaños y moviendo cosas. 

Por último, escribió el título del evento y el día y hora. Compré un teclado nuevo para la ocasión (porque al viejo ya no se le veían las letras) para que pudiera escribirlo él solo. El lugar y el teléfono lo escribí yo, así que eso no os lo pongo en el cartel ;P

Y este fue el resultado final:



Tengo que reconocer que me chifla el resultado. Porque lo ha hecho él y se siente orgulloso. Porque no podía ser más él. Y porque un carnívoro aterrador mola, pero un carnívoro aterrador descuartizando a su presa encima de la mesa de tu cumple mola mucho más xD

Imprimimos las invitaciones y el mismo Hugo las recortó, dobló y metió en sobres, y escribió los nombres en los sobres. Algunas irán por correo ordinario de toda la vida, que les hace tremenda ilusión a los que mandan y a los que reciben. Otras las llevaba hoy para algunos compañeros del cole como si fueran el mayor de los tesoros. 

Y bueno, qué caray... ¡SON el mayor de los tesoros!


PD: no es fuego... ES UN MATASUEGRAS ;)